domingo, 5 de julio de 2015

Massacre: Biblia Ovni


El último y existencial álbum de Massacre está sobrevolado por extraterrestres, deidades e incluso los fantasmas de Ian Curtis y Gustavo Cerati. Un acto de reafirmación de conceptos artísticos y de florecimiento de una siembra llevada a cabo en un Tiempo no tan perdido...  

Tal vez, la mal llamada madurez artística, no sea otra cosa que mantenerse firme en el lúdico y anárquico proceso de aprender a calibrar cada vez más el cincel con el cual se labra la obra que expresa las obsesiones y búsquedas de un determinado artífice. "El mamut es nuestro Jessico, bisagra, despegue" declaró Walas en una entrevista en torno a Biblia Ovni, acaso aludiendo a la evolución precedida por dicho disco (2007), Ringo (2011) y Aerial 13 (2013, regrabación del Aerial del ´97 con modificaciones en el cover y las versiones). Desde el primer tema, Mi amiga soledad, track hiperpoderoso, con un riff formidable, se percibe esa sensación de encontrarse ante un trabajo forjado sobre conceptos sólidos, granados por una banda con casi tres décadas de historia entre sus haberes. Si bien los tonos y las estructuras de las canciones son muy eclécticos en  Biblia Ovni, la lírica apunta claramente a lo existencial: evolucionismo, intervención extraterrestre o la mano de la deidad, pero en definitiva la expresión de la necesidad del ser humano de creer en algo para poder sustentar y darle sentido a su vida. No está para nada ausente en el último trabajo de Massacre la exquisitez guitarrística de Pablo Mondello y Federico Piscorz, caracterizada por esa impronta épico-melódica que no pierde nunca su afable agresividad. Por otro lado, los sintetizadores tuvieron también su papel en un disco en que en realidad se grabaron con la misma intensidad las guitarras y las máquinas, dándoseles el predomino a unas u otras en el proceso de mezcla. La producción estuvo a cargo de Alfredo Toth y Pablo Guyot, quienes entre otros antecedentes, acompañaron a Charly García en la presentación de Clics Modenos (1983) y fueron junto a Willy Iturri los integrantes de G.I.T. Las musas ceratianas han dicho presente por su parte en Biblia Ovni, sobre todo si uno se remite a la fase más rockera de Soda Stereo, que ciertamente podría cifrarse en el álbum Canción Animal (1990); Sin dormir, el tema más "canción", es quizás una de las muestras más claras de tal influencia. Domador de jaguares, el track 8, tiene una historia que involucra a Johnny Marr, a Ian Curtis y al propio Walas: “El año pasado, cuando tocó, fui a saludarlo. Le llevé discos y su libro de fotos (Instrument, con Pat Graham) donde hay cincuenta instrumentos de amigos de él, Flaming Lips, Sonic Youth, Smiths obvio. Ahí hay una guitarra que, desde chico, quise tener, la Vox Phantom. Es una viola inglesa emblemática, la usaba Ian Curtis las pocas veces que tocaba la guitarra. Y yo la pude tener ahora, que soy rocker consumado. Bien, cuando estábamos charlando con Johnny Marr, le llevé el libro y le dije que me encantaron las reseñas que hizo. El me miró a los ojos y me preguntó: ‘¿Viste la Phantom?’. Él la tiene en su casa de Manchester. Y de eso se trata: el tema dice que su casa está embrujada del fantasma del ahorcado.” Los dos últimos tracks, Despoblando el planeta (una declaración por la no procreación) y Feliz noviembre (la recuperación del Tiempo Perdido de las épocas de Cemento y el Parakultural en una cálida noche de noviembre de 2014) son los más extensos y poseen cierta impronta rapsódica y progresiva. Ya sea consciente o azarosa la opción de cerrar el disco con un tema como Feliz noviembre, el tema oficia como una suerte de balance de época de una banda que toma lo mejor de su historia para pulir cada vez más su mensaje: "...mientras pienso si esto lo soñé, nuestra siembra comienza a florecer..."


Video Oficial de Niña Dios