miércoles, 17 de julio de 2013

Hoy

Hoy,
hoy ratifica,
con un paso,
deambula la cristalina noche con un sueño
que huele a la magia de las primeras uvas.
Hoy,
hoy suprime de un soplo
la dilatada danza del tiempo,
busca a los tigres de Borges que tras el hierro
aguardan en sosegada y urbana vigilia.  

La oscuridad es ligera, es verde,
es hálito perseguidor de amigables espectros 
cuando su nombre es posible,
hoy que Christa vuelve a nacer en la embriaguez
de quien retoma el canto al yermo desierto.
Hoy,
hoy que la música vigila,
hoy que la piel es todo lo posible de alcanzar,
hoy que unos ojos se acercan inexorables
hacia quien supo esperar el perfecto crepúsculo
en que ocultarse y entregar de nuevo el alma. 

Hoy que el arco tensa la cuerda
en su secreta y congénita nota,
hoy se viste con sus mejores ajuares
y canta, solamente canta.