¿Quién es el que
respira la humedad de la noche, el que busca desesperadamente el exacto
sinónimo de la distancia, para poder liberar a aquellas niñas desvanecidas en
el pequeño tiempo?
¿Quién el que
indaga en el fulgor de un ansia que crece inacabable desde el espeso barro,
desde la eterna frontera, desde la incauta palabra?
¿Quién el que viste
esa escénica estampa cada mañana, desterrando inclaudicable el aviso de un
nuevo y cristalino sueño de amodorradas urbes?
Quien te ha
visto y quien te ve con esa música recrudeciendo, reivindicando la estoica y
afligida voz de Nico en el más siniestro de los veranos…
¿Quién es el que
respira el agua, quién la ausente heroína de las sombras?