Hablaba a media voz consigo mismo.
Es que la mañana había quedado suspendida,
recubriendo el enigmático empedrado
con esa tenue luminosidad.
Es que ese enfático gris que parecía provenir
de allá, donde las involuntarias memorias
conjeturan y preparan el sueño,
no dejaba prosperar a los colores
que suelen diluir las oscuridades de la noche.
Vaya si era viable ahí, en ese Buenos Aires
lanzando a borbotones una multiplicidad de ciudades,
la música que sólo puede señorear
en el definitivo silencio.
Ese recóndito artífice de las siestas
volvía a fraguar su reiterado flotar
sobre angostas veredas.
Es que la femenina fascinación,
el regreso a lo sustancial
volvía para dejar una vez más
su prodigiosa huella.
domingo, 30 de diciembre de 2012
jueves, 27 de diciembre de 2012
Camino
Al fin llegaron las nubes.
Exhala un devenir de décadas
para dejar al descubierto
la primera bruma…
El camino ha vuelto a aunarse
a un antiguo cielo.
Algo viaja en un mismo y recurrente sueño,
algo se despliega de retorno a casa.
Exhala un devenir de décadas
para dejar al descubierto
la primera bruma…
El camino ha vuelto a aunarse
a un antiguo cielo.
Algo viaja en un mismo y recurrente sueño,
algo se despliega de retorno a casa.
martes, 18 de diciembre de 2012
Artífice
Comenzó hablando de sí
mismo,
luego del río,
del hielo,
de un extraviado sitio
iluminado por esas otras
luces;
más tarde habló de vientres,
de veredas,
del inquietante esplendor de
las naranjas,
hasta llegar a la palabra:
desentrañar, evidenciar
el delicado arte de la infamia.
Hoy no habla más que de un
vacío
que ha dejado una indeleble
traza.
sábado, 8 de diciembre de 2012
Cristal
Vuelve a disfrazarse de
Cobra.
Máscara de urbana penitente,
teme a las aves que pugnan
por picotear su atuendo de
fuego.
Observa a destiempo,
arrellanada,
a los niños que juegan
en una nueva y suburbana
senda.
Una volátil cantinela con
aires de milonga
atraviesa el compartido
sueño
mientras enero estalla,
resplandece su densa quietud.
Tanto para que la oscuridad
los arrastre,
oculte de nuevo el tenue
deslumbramiento,
tanto para que la calle
reviente de feligreses
vertiendo espuma y
oraciones.
Resquebraja el sol
implacable
su carita de plastilina
y el pum pum de la pelota,
ratifica un período
adolescente
del conjuro que profesan las
estrellas.
Se levanta, camina entre ese
tétrico bestiario de caníbales,
empuja otra vez la puerta
y se tiende a esperar el
prodigio de la noche…
martes, 4 de diciembre de 2012
Encomio de la distancia
Mejor así.
Transitemos
por un camino imaginario:
taciturna ejecutante
cantando un mar verde,
esas nubes que giran,
la luz viniendo y desvaneciéndose con la marea.
Mejor así.
Aguardo tus espejos
más que tu concreta acechanza:
taciturna ejecutante
deviniendo la penumbra,
esos viejos soles,
la tarde añorando colores inmemoriales.
Transitemos
por un camino imaginario:
taciturna ejecutante
cantando un mar verde,
esas nubes que giran,
la luz viniendo y desvaneciéndose con la marea.
Mejor así.
Aguardo tus espejos
más que tu concreta acechanza:
taciturna ejecutante
deviniendo la penumbra,
esos viejos soles,
la tarde añorando colores inmemoriales.
sábado, 1 de diciembre de 2012
Reunión de perros salvajes
cae desde el techo.
Afuera los jóvenes saltimbanquis
celebran la estación
multiplicando círculos de fuego.
Interpelar las recónditas musas
-aun cuando el viento que barre las primeras hojas
habita otras regiones-.
Hay una intrínseca reunión de perros salvajes
dispuesta a hincarse ante unos pies,
una mística recurrencia de ríos y turbiedades,
de inusitados enigmas literarios
ofrendando su extravagante agasajo.
Mientras la noche regurgita un dulce reposo,
escribe.
Tim Hardin sigue sonando…
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